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DIVINAS PALABRAS - Hoy Júpiter y Saturno se hacen uno.


Los Reyes Magos siguieron la Luz que les indicaba el camino hacía Belén, donde nació Jesús, hoy según los astrónomos, la Biblia solo supo explicarlo así, como una estrella brillante y fugaz. Hoy los astrónomos nos dicen que bien pudieron ser dos planetas los que dieron esa Luz, Júpiter y Saturno. El caso es que hoy 21 de Diciembre podía observarse en el Cielo este increíble fenómeno que hace más de 800 años que no se repetía, el día 24 conmemoramos el Nacimiento de Jesús y estamos a tres días de la Nochebuena, yo ahí lo dejo...


No hay mejor día que hoy para comentar un cuadro La Adoración de los Magos de Antonio Rafael Mengs. Pero no lo voy a hacer yo, sino Eduardo Barba Gómez desde "El Jardín del Prado".


Y ya me callo, os habla Eduardo:


"Los olivos tienen algo primitivo en su manera de ser. Puede que sea por esos troncos imposibles y retorcidos, tan hermosos que parecen venir de otra época. Y, de hecho eso es exactamente lo que ocurre. Es tan fácil que alcancen a ser varias veces centenarios que es como si hubieran hecho un pacto con la tierra sobre la que medran, a menudo en lugares donde las condiciones son duras por el clima y por el sustrato, pero ellos están allí, vegetando como si nada, dándonos fruto y sombra con la cabeza en el fuego y sus pies en la sequedad. Sus hojas duras se ríen de estas condiciones adustas y pintan las laderas y las planicies de un color glauco que yo asocio con la fortaleza que exhibe esta especie.

En la Antigüedad se pensaba que el olivo era un regalo de los dioses. Alberga en su historia y en su misma genética mucho de lo bueno que le ha acontecido a la Humanidad. Puede que por eso mismo nos sienten tan bien todo lo que extraemos de sus aceitunas, sin las cuales no entenderíamos lo que significa el Mediterráneo ni las civilizaciones que han danzado en sus orillas desde hace miles de años. Los olivares llevan en su seno las cenizas de todas ellas , incluso de las de muchos seres queridos que labraron las tierras donde crecen, pensando más en sus hijos que en ellos mismos. Así se cumple en todos los pueblos honestos con la herencia que va pasando de generación en generación.

Tener un olivar es como cuidar de la Biblioteca de Alejandría, porque es una parte más de todo el tejido que une a naciones de una manera mucho más realista que todos esos trozos de tela de colores que flotan en el aire y que acaban descoloridos, deshilachados y perdiéndose en la nada. Al olivar ni siquiera el fuego puede destruirlo, porque de sus cepas ennegrecidas el árbol brotará. Aunque olvidemos los campos donde crecen, ellos seguirán floreciendo pese a que no les miremos. Es un símbolo de unión, de las mismas necesidades que tienen las personas de uno y otro lugar. El olivar sí que es adalid de futuro y de concordia, de resistencia frente a la oscuridad del hombre, porque es capaz de cubrir y ahogar en el aceitede sus frutos, todas las maldades que las religiones y las políticas ejecutan y que se niegan a condenar, cegadas por verdades absolutas y ansias de poder. Cada olivo es un altar en sí mismo, una historia que se escribe continuamente brote tras brote, hoja tras hoja. El olivo es símbolo de generosidad para el más necesitado. Y nos enseña a sacar lo mejor de nosotros, incluso en las condiciones más adversas, como ahora, ante esta pandemia que azota a la Humanidad, el covid19.


En esta Adoración de los Magos pintada por Mengs, uno de los ángeles porta con delicadeza una de sus ramas, mientras señala al Niño Jesús al tiempo que contempla al espectador de la obra. En esta situación se recalca más que nunca la simbología de paz y concordia , así como de inmortalidad, que se asocia a esta planta desde hace siglos.

Os deseo, hoy más que nunca una !Feliz Navidad!



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