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Rosa Rosae, Primera Declinación.


Imagen Rosaleda del Parque del Oeste


En algún rincón de la mente hasta los menos cultos conservamos una palabra o alguna frase vestigio de una lengua muerta pero no siempre olvidada y es que con la lengua latina no hay término medio, o la amas o la aborreces. Como una perla en medio del océano de la mediocridad ocurre que ante la citas o sentencias latinas, los ignorantes se sienten agredidos y los sabios agradecidos. De casi todos es conocida la sentencia de Julio César al cruzar el Rubicón, Alea jacta est: "la suerte está echada" (así lo traducía la profesora Doña Benedicto en las clases del Instituto !qué miedo daba aquella señora de rictus amargo, mirada gélida y chaqueta sobre los hombros que no se movía ni un palmo desde la palestra! aunque literalmente la locución signifique echar los dados, y traducido a un lenguaje llano y coloquial, vendría a ser: De perdidos al río, tira pa'lánte.

Bromas aparte, de los latinajos que conserva nuestra tradición cristiana, dicho con todo respeto, me gusta especialmente Per secula seculorum o como diría Buzz Light year: Hasta el infinito y Más Alla, y el que me deja que ni frío ni calor, es el Requiem cantim pace. Amén.

Con la "Rosa Rosae" de la Primera Declinación daba gusto aprender latín, de una manera tan dulce comenzábamos el estudio de una lengua tan ardua, así daba gusto aprender.

Ahora en serio, yo en realidad de lo que quería hablaros hoy es de una flor perfecta o...casi perfecta.

Desde luego, una rosa es algo más que una flor.


Imagen Rosaleda del Parque del Oeste


Todos mis sentidos quedan prendados ante la rosa, vista, olfato, tacto, paladar.

Una mañana de cada primavera las rosas del parque se hacen mías, las fotografío compulsivamente hasta que literalmente me mareo ante tanta belleza, entonces me pongo en modo zen y concentro mi atención en las flores de loto del estanque, y descanso.


La rosa es un icono universal, lo ha sido en todos los tiempos y lugares, desde Oriente hasta Occidente, de la Gracia clásica hasta la India, es un símbolo presente en el imaginario colectivo de la mayoría de culturas del Planeta.

En Poesía la rosa es una imagen recurrente para expresar el misterio, lo trascendente, lo inefable. Cada poeta tiene su rosa, única e irrepetible. Os dejo con las "rosas" de dos grandes poetas de la poesía moderna y contemporánea española, alquimistas de la rosa que nos iluminan y transforman cuando cerramos nuestro corazón a la Luz y dejamos de vibrar en la frecuencia del amor, ellos con su canto de alabanza nos conectan con la belleza de la rosa suprema e inicial, la rosa misteriosa, la rosa mística.

Se trata de un fragmento de la Rosa Íntima de Juan Ramón Jiménez y un soneto de Jesús Urceloy.

A medida que los releo más los disfruto y aprecio.


Todas las rosas son la misma rosa,

amor, la única rosa

Y todo queda contenido en ella,

breve imajen del mundo,

!amor!, la única rosa....

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ROSA ÍNTIMA

Juan Ramón Jiménez


En su naturaleza no es la rosa

más que una imagen que desdice al día

para morir en fresca rebeldía

contra la luz sin alma y prodigiosa.


Y en el deslumbramiento que es la rosa

no teme al alma su ilusión de día

sino a la noche, ausente rebeldía

de una morada ajena y prodigiosa.


Viene la rosa de morir y viene

de nacer sobre el humo de una ausencia,

sobre la libre química del viento.


Y en su ternura inhóspita le viene

una mordaza al alba en grata ausencia

de voz, que es su latido frente al viento.

POEMAS CONTRA LA NIEBLA

Jesús Urceloy


Que Dios os guarde y que Luis Eduardo Aute os acompañe en vuestro camino hacia la belleza.



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